SUCEDIÓ EN UNA UNIVERSIDAD QUE CONOZCO…

Fue uno de esos días, en que todo es permitido, el motivo, “la festa mayor”, desde la mañana la gente llegaba en “manadas”. No era ni medio día y ya se perdían los mil y mil rostros entre la multitud.

El lugar estaba repleto de diversas culturas, razas y movimientos. Llegada la tarde la música invadía los más de cinco escenarios diferentes, el alcohol, la hierba, la comida, el tabaco y la música lógicamente… ya iban haciendo sus estragos…

En su mayoría jóvenes, dispuestos a no llegar temprano casa, unos cuantos eran rapados, tatuados, musculosos, otros mechudos, flacos, unos cuanto “góticos”, raperos, salseros, punkqueros… jajaja, era como un salpicón de todo…. Había espacios para todos los gustos, lesbianas, transformistas, metro sexuales, gays, maricas, afeminados, en fin…

Se movían descortinadamente al sonido de los platos del D.J. de música electrónica, otros movían su brazo tras las rimas de los Mc’s de hip-hop, otros movían el esqueleto con el son cubano, otros como en un cuento del señor de los anillos, bailaban nuevos ritmos, que me recordaron la comarca de los Hobbits, violines, platos, tambores, free style, congas, guitarras, baterías… en medio de esta distinta y embriagadora fiesta, se va uno encontrando envuelto entre canción y canción…

No resulta fácil explicar qué diablos es eso de Rhythm and Bluesk. Yo sé que siempre me he destacado por otros géneros, pero este new style, que ya había conocido, hizo de aquel día para mi, algo especial… se supone que en tres minutos de duración de un tema se funde todo lo que tiene que haber : sentimiento, fuerza, ritmo, amor, protesta, abandono, tristeza, elegancia, estilo… no obstante, para mi, las barreras no quedan bien delimitadas.

Creo que siempre ha sido así, cuando de la música negra se trata, una cosa lleva a la otra, se mezclan lenguajes e ideas y al final, tal vez a excepción del primer blues rural, ningún estilo es realmente puro. Da igual. Más que entender, el R&B hay que sentirlo.

Cantar con las tripas, con el alma y la garganta. Cantar para la gente, por la gente, con la gente. Cantar entonando, matizando, disfrutando, descendiendo, levitando. Así es esta música, igual que el hip-hop, cuando artista sale al escenario, con él salen todas las buenas cosas: el talento, la nostalgia, los buenos recuerdos, la rabia, el consuelo, el olvido, los fantasmas…

Ahí, estaba yo… cantando como si eso fuera la vida, como si fuera la música y yo, quienes necesitaban… desquiciar la razón…Llevándola a un concierto de vez en cuando, para poder seguir viviendo siempre.