Por fin logre deshacerme de él, esa pequeña molestia que cada día me oprimía, ese pedazo de nada que mi caminar entorpecía, esa cosa fea que peor que un karma, todo lo malo atraía, esa “minimo”de algo que no aportaba a mi vida, esa cosa que día a día me incomodaba, ese que sin haber sido llamado legó y se instalo dentro de aquel lugar difícil de penetrar, sin embargo y si hacer nada entro, victorioso pero sin fin alguno hizo sus estragos por un buen tiempo, hasta que definitivamente lo atrapé!, era un pequeño, minúsculo, mínimo, pedazo de nada, con forma de diminuta piedra lo que me incomodó en mi zapato durante tanto tiempo y yo por pura... nunca había hecho realmente nada por solucionarlo, pero bien, hoy fue el día y lo logré de la forma más satisfactoria, saque ese estorbo del interior de mi zapato y ahora estoy mucho mejor, más cómodo y en paz, sabiendo que mi caminar ya no va a tropezar... no fue fácil encontrarlo, porque estaba bien oculto, y sacarlo fue peor... pero así como hizo daño, así mismo se aferró a mi, aunque la fuerza de voluntad que tengo, es terrible, con las pocas fuerzas que me quedaron, decidí expulsarlo y ahora ya todo es mejor!, que bien si todo sigue así... ahora ese que se fue, no volverá y en otro zapato tal vez refugio encontrará, porque en el mío, ya no tendrá lugar.
F ue uno de esos días, en que todo es permitido, el motivo, “la festa mayor”, desde la mañana la gente llegaba en “manadas”. No era ni medio día y ya se perdían los mil y mil rostros entre la multitud. E l lugar estaba repleto de diversas culturas, razas y movimientos. Llegada la tarde la música invadía los más de cinco escenarios diferentes, el alcohol, la hierba, la comida, el tabaco y la música lógicamente… ya iban haciendo sus estragos… E n su mayoría jóvenes, dispuestos a no llegar temprano casa, unos cuantos eran rapados, tatuados, musculosos, otros mechudos, flacos, unos cuanto “góticos”, raperos, salseros, punkqueros… jajaja, era como un salpicón de todo…. Había espacios para todos los gustos, lesbianas, transformistas, metro sexuales, gays, maricas, afeminados, en fin… S e movían descortinadamente al sonido de los platos del D.J. de música electrónica, otros movían su brazo tras las rimas de los Mc’s de hip-hop, otros movían el esqueleto con el son cubano, otros como en un cue