Maldigo a aquellos que no hacen lo justo con quien lo merece, hoy màs que nunca me doy cuenta de las preferencias que se dan frente a las grandes potencias... que injusticia... el hecho de ser tercer mundista no nos quita lo inteligentes... que dijeron.... no pues que vamos a ser con esta sarta de vendidos, si nisiquiera llegar a ser dignos de admirar, creen que con su indiferencia, sus costumbres y su disque desarrollo nos ganan. pues no! estan muy equivocados... pero si quieren hacer de la vida de un latinoamericano algo mucho màs dificil, les va a costar, porque en nuestra tierra no nos dejamos!!!!!!!!!!!!
F ue uno de esos días, en que todo es permitido, el motivo, “la festa mayor”, desde la mañana la gente llegaba en “manadas”. No era ni medio día y ya se perdían los mil y mil rostros entre la multitud. E l lugar estaba repleto de diversas culturas, razas y movimientos. Llegada la tarde la música invadía los más de cinco escenarios diferentes, el alcohol, la hierba, la comida, el tabaco y la música lógicamente… ya iban haciendo sus estragos… E n su mayoría jóvenes, dispuestos a no llegar temprano casa, unos cuantos eran rapados, tatuados, musculosos, otros mechudos, flacos, unos cuanto “góticos”, raperos, salseros, punkqueros… jajaja, era como un salpicón de todo…. Había espacios para todos los gustos, lesbianas, transformistas, metro sexuales, gays, maricas, afeminados, en fin… S e movían descortinadamente al sonido de los platos del D.J. de música electrónica, otros movían su brazo tras las rimas de los Mc’s de hip-hop, otros movían el esqueleto con el son cubano, otros como en un cue
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