Tengo una sensación extraña, que es difícil de expresar con palabras…
Viendo las diversas caras del problema de los inmigrantes que cruzan, o bueno que “saltan” literalmente la valla de la frontera en el norte de África, donde se conectan por primera vez, con tierra Española en Melilla y Ceuta… a veces mi mente se va de aquellas imágenes y piensa “¡esto es irreal!, no puede ser cierto…”, en ese instante regreso… y se conmueven mis sentimientos, se produce dentro de mi una gran necesidad de llorar, pero no puedo hacerlo.
Ya al haber vuelto en mi, doy gracias por lo que tengo, por lo que soy y por lo que estoy viviendo, pienso que Colombia no es tan mala como la pintan acá en el exterior, por el contrario, mientras pasan, las horas, los días, los meses, confirmo una y otra vez, que es un paraíso, definitivamente nada se le iguala, la gente tiene que estar tan confundida con nuestra situación… Como para decir que les da miedo viajar allí. Y es cierto que los medios hacen de las suyas… pero, eso ya no importa, pues solo quien lo vive, es quien conoce la realidad, entiende las cosas. Por eso, por más que expliquemos la situa, nadie va a entender del todo.
El que dijo que en el mundo siempre habrá alguien en mejor y en posición que uno mismo, no se equivocó… por eso evitaré decir la frase “que mal estamos”, porque cuando se ven mil y mil cosas del otro lado del charco, la perspectiva cambia y el egocentrismo pasa a un segundo plano, las realidades son imposibles de comparar, cada persona, cada grupo, cada sociedad, cada nación, cada país, etc. Vive su video… y mientras tanto, yo, al igual que muchos no puedo hacer lo suficiente, es más, no puedo hacer mucho, como quisiera… y eso me genera una sensación de impotencia absoluta… me quedo sola, metida en mis pensamientos, con la mirada en la nada, pensando “ todas las historias siguen ahí…”
Viendo las diversas caras del problema de los inmigrantes que cruzan, o bueno que “saltan” literalmente la valla de la frontera en el norte de África, donde se conectan por primera vez, con tierra Española en Melilla y Ceuta… a veces mi mente se va de aquellas imágenes y piensa “¡esto es irreal!, no puede ser cierto…”, en ese instante regreso… y se conmueven mis sentimientos, se produce dentro de mi una gran necesidad de llorar, pero no puedo hacerlo.
Ya al haber vuelto en mi, doy gracias por lo que tengo, por lo que soy y por lo que estoy viviendo, pienso que Colombia no es tan mala como la pintan acá en el exterior, por el contrario, mientras pasan, las horas, los días, los meses, confirmo una y otra vez, que es un paraíso, definitivamente nada se le iguala, la gente tiene que estar tan confundida con nuestra situación… Como para decir que les da miedo viajar allí. Y es cierto que los medios hacen de las suyas… pero, eso ya no importa, pues solo quien lo vive, es quien conoce la realidad, entiende las cosas. Por eso, por más que expliquemos la situa, nadie va a entender del todo.
El que dijo que en el mundo siempre habrá alguien en mejor y en posición que uno mismo, no se equivocó… por eso evitaré decir la frase “que mal estamos”, porque cuando se ven mil y mil cosas del otro lado del charco, la perspectiva cambia y el egocentrismo pasa a un segundo plano, las realidades son imposibles de comparar, cada persona, cada grupo, cada sociedad, cada nación, cada país, etc. Vive su video… y mientras tanto, yo, al igual que muchos no puedo hacer lo suficiente, es más, no puedo hacer mucho, como quisiera… y eso me genera una sensación de impotencia absoluta… me quedo sola, metida en mis pensamientos, con la mirada en la nada, pensando “ todas las historias siguen ahí…”
“Lamento que muchos de estos hombres se muevan en un terreno desconocido, como animales atemorizados y no precisamente por la muerte”
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